¿Qué tienes que tener para ser divertida de verdad? La monologuista Carmen Lynch sabe lo que hace falta. Mientras pasa del espejo de maquillaje al escenario, por las calles sofocantes de Portland y por una tienda de alimentación nocturna, se nos ofrece una visión íntima de una persona con talento. La ciudad está saturada de luces y colores, los neones del mundo del espectáculo se convierten en el telón de fondo del paseo de Carmen. Ella se enfrenta a sí misma, a su aspecto, sus sueños, los extraños rituales de emparejamiento del mundo moderno, enfrentándose a su audiencia. A veces se ríen con ella. Otras no se ríen en absoluto.

Carmen tiene un estado de ánimo impreciso, voyeur y dado a la improvisación que refleja el interés de Sevigny "de realizar un cortometraje sobre el proceso de ser una mujer, una famosa y un ego.

Sobre el amor a la creación, el amor al arte, la repetición de todo ello". El guión fue desarrollado por Carmen Lynch, que escribió primero el material para su propio monólogo, y a partir del cual Sevigny construyó intuitivamente el resto. "El filme captura mucho de lo que soy", confesó Lynch. Cuando estoy en la carretera, ya no me siento sola cuando estoy sola. "Muchos humoristas somos introvertidos, que observamos y escuchamos".

Carmen, de Chloë Sevigny, es el decimotercer encargo de los Women's Tales de Miu Miu, la serie de cortometrajes dirigidos por mujeres que celebra de forma crítica la feminidad en el siglo XXI.